Los repellos son materiales utilizados para recubrir o revestir superficies, se utilizan tanto en muros como en losas, donde su función principal es emparejar y reparar imperfecciones que resultan del levantado de paredes o en la fundición de losas, tales como:
- Desplomes en muros, columnas y vigas.
- Ausencia de sabieta entre blocks.
- Losas o soleras resaltadas.
- Bloques de concreto o arcilla disparejos.
Al repellar las superficies también se logra dar un aspecto uniforme a la estructura, dependiendo del acabado final que se desee aplicar, este puede ser un repello rústico o fino.
Dentro de los diferentes tipos de materiales de recubrimientos, el mortero de repello es uno de los más resistentes y por lo tanto el más duradero, esto convierte al repello en el recubrimiento favorito o indispensable en una construcción, porque se puede utilizar tanto en interiores como en exteriores. Vale la pena aclarar que los repellos son morteros de protección, los cuales no están diseñados para brindar un aspecto estético.
Materiales para elaborar del repello
Para facilitar la hechura de repellos, a continuación, se presenta una tabla de dosificaciones que pueden ser utilizadas como una guía para repellar una pared con cal:
Es importante recalcar que la dosificación presentada anteriormente debe ser considerada una guía, ya que, debido a las variaciones de arenas entre regiones, hace imposible generar una dosificación general para cualquier tipo de arena o lugar, que sea económica y durable.
Adicionalmente a esto, se deben verificar fechas de producción de cemento y cal, asegurándose que no se encuentren fuera del límite establecido (cemento 2 meses y cal 12 meses). Recuerda que el uso de cal Horcalsa en la hechura de los morteros mejora la adherencia y calidad de los mismos.
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