Las orquídeas son plantas de la familia Orchidaceae, presentan una gran relevancia y admiración gracias a la particularidad de sus flores y por su interacción ecológica con los agentes polinizadores y los hongos benéficos del suelo, formando simbiosis micorrizicas. Las orquídeas se consideran los seres más evolucionados del reino vegetal.
La Monja Blanca, símbolo patrio de Guatemala, pertenece a la familia Orchidaceae y es una forma semialbina de la especie Lycaste Virginalis; su nombre científico correcto es Lycaste Virginalis forma alba, nombrada por Archila & Chiron; dicha especie se encontraba en peligro de extinción.
Todos los registros históricos sobre la Monja Blanca se han efectuado en Guatemala, en las Verapaces y Quiché. Por su belleza, admiración y peculiaridad fue declarada flor nacional por decreto presidencial el 21 de febrero de 1934.
Su presencia en imágenes y relieves es abundante, aparece en las monedas de 50 centavos, en nombres de negocios e instituciones y se han emitido sellos con su imagen; el último fue dedicado al ingeniero agrónomo botánico el doctor Fredy Archila.
Este eminente botánico orquideólogo guatemalteco no solo tiene el mérito de haber nombrado correctamente a la Monja Blanca, sino que además con su labor científica ha logrado evitar su decisiva extinción.
La reproducción de la Monja Blanca no es fácil, indica el doctor Fredy Archila, dado que para lograr la germinación de las semillas se requiere alianza de un hongo benéfico en simbiosis con la raíz de un árbol. El proceso de reproducción de la Monja Blanca inicia con la recolección de semillas de su especie, las cuales se cultivan utilizando frascos en ambientes controlados fuera de un organismo vivo, que luego son colocados en incubadoras para asegurar la humedad y temperatura adecuada para la fecundación. Fecundadas y germinadas, las semillas se trasladan, aún en el frasco, a un cuarto especial para su adaptación climática; dicho lugar debe ser esterilizado para proteger y garantizar su desarrollo.
Trascurrido el tiempo de adaptación, las orquídeas se extraen de los frascos y se colocan en macetas colectivas y previo a realizar la siembra en los maceteros, estos se desinfectan mediante la aplicación de lechada de cal HORCALSA, para eliminar agentes dañinos, principalmente bacterias que afectan el adecuado desarrollo y adaptación de las orquídeas. Realizado el proceso de desinfección, se realiza la siembra y se trasladan a invernaderos donde nuevamente sobre el sustrato se aplica cal HORCALSA para evitar la incidencia de insectos, gusanos y hongos dañinos; adicional, la cal sirve para equilibrar el pH del medio, mejorar la textura y estructura del suelo, permitiendo una mejor retención de agua y oxigenación del sustrato, así como aportar calcio, uno de los nutrientes más importantes para las plantas.
Durante la adaptación y desarrollo de las orquídeas en los maceteros colectivos, que es de aproximadamente dos años, se aplica cal sobre el sustrato cada 6 meses, por las razones anteriormente mencionadas.; trascurrido este tiempo, se trasladan a macetas individuales donde se permite el desarrollo individual de cada orquídea y se preparan para su traslado al bosque, manteniendo las aplicaciones de cal en el sustrato.
Durante el tiempo de desarrollo y adaptación de las orquídeas en el invernadero, adicional a las aplicaciones de cal sobre el sustrato, se realizan aplicaciones foliares por aspersión con una solución diluida a base de cal HORCALSA, para proteger follaje y tallo por ataque de insectos chupadores, gusanos o agentes microscópicos que se mueven en el aire.
Este tipo de proyectos aportan un valor importante y trascendente en la preservación de nuestra cultura, historia y naturaleza como país.
Autor: Ing. Emmanuel Montúfar
Con el apoyo del Dr. Fredy Archila y el Centro Experimental de Orquídeas de Guatemala