La cal dentro de sus múltiples bondades sirve para darles vida a las construcciones y bienestar a los habitantes. La cal permite durabilidad a las construcciones, mediante la propiedad de plasticidad. También favorece a las edificaciones, haciéndolas más invulnerables frente a las vibraciones o movimientos sísmicos, evitando en gran medida las fisuras y/o el deterioro.
¿Para qué sirve la cal en la construcción?
La cal favorece la permeabilidad al vapor de agua, permitiendo que las paredes respiren, evitando ambientes húmedos y el crecimiento de hongos. Lo que permite en el interior de las viviendas ambientes agradables y confortables.
La cal en la construcción sirve para una mejor adherencia entre elementos de mampostería en aplicaciones de morteros de levantado y una mejor adherencia del acabado a la base en morteros de recubrimiento. La cal aporta esos enlaces o puentes de adherencia hacia la base y evita que exista desprendimiento.
Los morteros que tienen cal al pasar el tiempo inician un proceso de carbonatación, absorbiendo el CO₂ del ambiente, produciendo un auto sellado de las fisuras existentes, evitando así el ingreso de agentes dañinos a la construcción.
La aplicación de cal en la construcción aporta propiedades insecticidas. Con la aplicación de morteros de cal se ve reducida la aparición de plagas (hormigas, chinches, cochinitas), mohos y bacterias en las paredes de las viviendas. Ya que cada vez que esta se humedece activa su poder antiséptico debido a la alcalinidad de la cal, alejando cualquier insecto.
El uso de la cal aumenta la capacidad como aislante térmico, acústico, ventilación e iluminación y cualidades fungicidas e ignífugas.
La cal sirve en la construcción para la estabilización de adobes que permiten crear estructuras más resistentes y durables.
Finalmente, el uso de cal en la construcción es necesario, dado que además de dar una apariencia agradable y colorida, protege a la estructura del deterioro ambiental y provee salud y bienestar a quien habita.